2018. Escuela Juana de Ibarbourou. Las casuarinas - San Juan

Salimos desde Aeroparque el primero de Enero de 2018 hacia San Juan capital para luego ser trasladados en combis a nuestro destino, la Escuela Juana de Ibarbourou ubicada en Las Casuarinas.
Al llegar ahí, tuvimos la suerte de encontramos con muy buena predisposición por parte de la directora, maestros, alumnos, familias y varios empleados de la escuela que nos brindaban desde ricas comidas hasta una linda compañía.
Nuestro objetivo principal durante el servicio fue pintar el exterior e interior de la escuela y colocar una media sombra para que cubra el patio central de la misma.
Dado el caluroso clima que nos avasallaba durante las tardes, trabajábamos durante la mayor parte de la mañana, y continuábamos pasadas las 18 hs, y en ocasiones seguimos después de cenar.
En alguna tarde de mucho calor tuvimos la suerte de visitar un refrescante canal y visitar el pueblo de Las Casuarinas.
Una mañana de trabajo nos sorprendió la gente del Diario de Cuyo que nos entrevistó a todos los rovers y luego de un par de días después apareceríamos en la portada del diario con una nota refiriéndose a toda la Comunidad.
Si bien la mayor parte del servicio consistió en la puesta a punto de la media sombra y en pintar gran parte de la escuela, nuestro último día de estadía en el lugar lo llevamos a cabo logrando la otra parte importante que nos propusimos para el servicio, que fue preparar y compartir un día de juegos y actividades con los chicos de la escuela.
Terminado el día, entre risas y despedidas, la Comunidad continuó su camino rumbo a Barreal para arrancar su campamento y buscar compartir más momentos entre sus integrantes. En el camping, tuvimos la suerte de encontrarnos con otro grupo scout de la región y de realizar talleres, juegos y hasta bañarnos en la pileta.
En nuestros ulteriores días de campamento, partimos al Parque Nacional El Leoncito donde realizamos caminatas, debates, trabajamos con nuestra progresión personal y disfrutamos de un gran fogón en Comunidad. También tuvimos el privilegio de practicar carrovelismo junto a dos expertos en el deporte. En la vuelta al camping, disfrutamos de una riquísima cena y luego concluimos con nuestra Velada de Corazones Abiertos.
Iban pasando los días y la experiencia de Servicio no solamente se pudo ver reflejada en el trabajo de la Comunidad durante el año o mismo en la Escuela. Sino también en todo lo que compartimos durante todo el viaje. Desde charlas a la luz de la luna, hasta el compartir un mate en un viaje en micro. Todo al fin y al cabo fue contribuyendo para que una vez más la Comunidad Impeesa diga PRESENTE.